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ROCK HUDSON

La otra vida de un ídolo

 

 

 

 

-" Siempre he querido mantener mi intimidad, ni he permitido que tomaran fotografías de mi casa y mucho menos dejar que el público sepa lo que siento. Creo que son los errores mas grandes de mi vida y una enorme carga que llevé siempre. Pido perdón por ello...No estoy feliz por tener sida, pero si esto puede ayudar a otros, al menos puedo saber que mi propia desgracia tiene un valor positivo"-

 

 

 

 

 

No puede existir nada mas triste y penoso que una forma de sentimiento, puede cambiar el concepto que tenemos de una persona hasta llevarla a la desesperación, la duda, el miedo o la negación. Mentir sobre uno mismo es una lacra que en aquellos años danzaba a ritmo de vals en la Meca del Cine. Hoy en día, en pleno siglo XXI resulta surrealista y haría sonreír de incredulidad a las generaciones que nos preceden y sobre todo en una sociedad en la que está establecida la unión de seres del mismo sexo. Rock tuvo que pagar una moneda de oro demasiado pesada por ser el galán por excelencia, y el sueño americano de mujeres y hombres de todo el Planeta. De vivir hoy en día, esa carga de la que habló el actor pocos días antes de morir no tendría sentido y muchos de los que merodeaban a su alrededor hubieran corrido despavoridos en busca de un sol que les diera mas calor. La hipocresía de aquella sociedad ha llevado al patíbulo a muchos nombres conocidos: actores, actrices, escritores, pintores, escultores, demasiados políticos y hasta Jefes de Estado, tachándoles de enfermos peligrosos..Siento una enorme pena por aquellos seres a los que admiro, a los que forman parte de mi memoria selectivamente cinematográfica y que de forma trágica abandonaron este mundo....

 

 

 

 Rock fué diagnosticado de VHS, el 5 de Junio de 1984, pero cuando los signos sobre su físico se hicieron mas que evidentes, la publicidad estalló. pero con la ayuda de los médicos, anunciaron al mundo que había que operarle de un cáncer de hígado. No fué hasta Julio de 1985, mientras fué a Paris para su tratamiento en El Hospital Americano, que se publicó el comunicado definitivo de la prensa anunciando que el actor estaba infectado de SIDA.  En una rueda de prensa, que el actor dió en el Hotel Ritz, de Place Vendome, dijo que podría haber contraído el VHS mediante una transfusión de sangre de donantes infectados durante las múltiples transfusiones de sangre que recibió como parte de una operación que le hicieron de "bypass" en su corazón. Hudson, junto con su inseparable secretario Mark Miller y su amante Marc Christian voló a Los Ángeles el 31 de julio, como estaba tan débil, fue sacado en camilla por una puerta trasera de Air France Boeing 747, fletado expresamente para él, donde era único pasajero, junto con Miller y sus médicos.  Fue recogido en helicóptero y trasladado al hospital Cedars Sinaí, donde pasó un mes en tratamiento. Cuando los médicos le comunicaron que no había esperanza de salvarle la vida, pues la enfermedad había progresado rápidamente, el actor regresó a su casa, 'El Castillo', en Beverly Hills,

 

 

 

 

Rock Hudson  hijo de un mecánico de coches que, abandonó a la familia cuando él tenía cuatro años, quedando al cuidado de su madre, que se volvió a casar con un oficial de marina. Rock se tuvo que pagar sus estudios, por lo que desde muy joven, hizo todo tipo de trabajos, años mas tarde, mientras hacía el servicio militar, pasó gran parte de la segunda guerra mundial en Filipinas. En 1946 volvió a los Estados Unidos dispuesto a ingresar en la escuela de arte dramático de la universidad de California, pero no fue admitido, por lo que decidió marcharse a Hollywood, donde enseguida debutó en el cine de la mano de Raoul Walsh, con el nombre de Rock Hudson, y aunque intervino en papeles secundarios, especialmente de indio, tuvo mucha suerte, siendo compañero de actrices muy populares del momento como Julia Adams e Yvonne De Carlo y a la órdenes de directores tan prestigiosos como Anthony Mann y el propio Walsh. La consagración le vino en 1954 con el filme OBSESIÓN, uno de los melodramas mas famosos, junto a Jane Wyman. El enorme éxito que tuvo el film, con esta pareja,  se repitió en SOLO EL CIELO LO SABE, un nuevo drama con el mismo director, Douglas Sirk.

  

 

 

 

 

Reconozco que han existido mejores actores, incluso más atractivos. Pero para los aficionados al cine de los años cincuenta y sesenta, ninguna estrella representó mejor las virtudes norteamericanas que Rock Hudson. "Es completo", escribieron en la revista Look, "No suda. No tiene granos. Huele a vainilla. Su apariencia es pulcra, se hacia respetar y parecía un muchacho puro". Mientras Hudson en el año 1985 yacía gravemente afectado por el síndrome de SIDA en un hospital de París, quedó claro en todo el planeta, recibiendo la noticia con tremendo estupor e incredulidad por algunos medios: "el héroe americano tenía otra vida"... era homosexual. Sus mas allegados lo sabían, al igual que la tendencia gay de otras estrellas, desde Ramón Novarro, Montgomery Clift, Tyrone Power, Greta Garbo, James Dean, Errol Flynn, Sal Mineo o Marlene Dietrich. En cierto sentido, el dilema de los homosexuales no era en aquellos años tan distinto en el mundo del cine que en cualquier otro tipo de actividad. Afortunadamente ahora en pleno siglo XXI todo esto parece una mala película de serie B, pero entonces muchos temían, que el reconocimiento de sus vidas privadas podían dañar y arruinar sus carreras, tanto si trabajan para la Metro-Goldwyn-Mayer, como si lo hacían para la General Motors. Los sentimientos han cambiado desde aquellos años. Los homosexuales se muestran activos en toda serie de campos, y se han realizado cientos del Films y obras de teatro sobre las relaciones entre personas del mismo sexo. Tennessee Williams escribió y habló sobre su homosexualidad, algo que los grandes del teatro, como Lorenz Hart, Cole Porter y Noël Coward, nunca se atrevieron, a pesar de que se sabía. Sin embargo, en aquellos hipócritas años ninguna estrella del escenario manifestó con transparencia su homosexualidad, por una sola y única razón, pensaban que el público les volvería la espalda.

 

 

 

 

 

- "A la larga, el dólar es lo que cuenta", dijo George Christy, columnista del Hollywood Reporter,  "La homosexualidad sigue siendo una mancha en la sociedad"-.Pero el SIDA añadió una nueva y más siniestra vertiente al viejo cuento, y fue empujando a muchas otras estrellas a salir del anonimato. La enfermedad conmovió los cimientos de las colonias teatrales y cinematográficas de ambas costas. -"En los últimos años han muerto cientos de personas que trabajaban en este medio", dijo Joseph Papp, director del Public Theatre de Nueva York. "La primera vez recuerdo que nos impactó la muerte de una persona muy joven, tenia 23 años. Le preparamos un homenaje, pero luego vinieron otras víctimas. Hubo un momento en que teníamos homenajes todas las semanas...! Fué terrible !...-"

 

 

 

 

Es una vergüenza que se necesite algo así para que la gente preste atención, - dijo el Dr.Hamburg,- pero es extraordinario que suceda. Necesitamos hacer comprender a la gente que el SIDA no tiene por qué ser una enfermedad incurable y que el dinero para la investigación puede ayudarnos, Hudson ha puesto un rostro a la enfermedad y la llevó a casa de todo el mundo, gente que ni se hubieran preocupado, de no saltar la noticia."- Analizando sobre su vida y su carrera de actor, hacia años, mucho antes de padecer el SIDA, que Rock parecía un poco cansado de la vida: "Me he pasado mucho tiempo tratando de saber qué es la vida, sigo sin saberlo, y creo que me importa un bledo". Pero quizá en el fondo le importaba, aquella declaración fue probablemente uno de los gestos más dramático de su larga carrera. Siempre fui una admirador de Rock Hudson y de Doris Day….Eran la pareja del momento, no había país, ciudad e idioma que no se deleitasen con las disparatadas escenas de los actores, aparte de ser comedias mas que estimulantes, poseían un enorme poder de atracción.... Cuando era adolescente le descubrí en GIGANTE, junto a Liz Taylor y James Dean, me di cuenta que era uno de los actores mas atractivos de la pantalla, con un poder de seducción, fácil de eclipsar a sus compañeros, pero saliendo mas que airoso de la epopeya familiar, digna de tener en cuenta... !! GIGANTE, todo un clásico.!!... Años más tarde, cayó en mis manos el libro sobre su vida escrito por Sara Davidson pocos meses antes de anunciarse que padecía de VIH, en aquellos tiempos se le llamaba SIDA, se hablaba de infectados, de muchas historias totalmente equívocas como era y como se contagiaba, aquello era un hervidero de noticias, mentiras y rumores. Rock Hudson fue la primera víctima famosa en adquirirlo y en darlo a conocer; él no sabría nunca la verdadera dimensión de lo que estaba sucediendo, al final de sus días tal vez... pero al exponer su caso, todo el publico se sensibilizó.

 

 

 

 

Yo con mis veintiocho años sobre la espalda, no dejé de leer todo lo que caía en mis manos, prensa de Paris, de EEUU y los comentarios sobre la cruel enfermedad, debo decir que me sentía triste en el fondo, admiraba a Rock, y me importaba nada o mas que nada que fuera homosexual, muchos de mis amigos lo eran y nunca dejaron de ser excelentes personas, pero aquel ídolo de mis comedias favoritas, se desvanecía, en las imágenes que nos llegaban no parecía ni su sombra y sentí una enorme pena por él, aún ahora escribiendo este articulo es como retroceder en el tiempo y sufro por las injusticias que se hicieron al morir, las declaraciones de su último amante, el libro que escribió para curarse en salud, y su avaricia por conseguir una cantidad millonaria, cosa que al final creo consiguió. Pero mi recuerdo de aquellos momentos son inolvidables, y siempre tendré en la mente su imagen junto a Doris, o con Liz Taylor, para mi nunca fué aquel cadáver andante que fotografiaban los medios de comunicación, no quiero pensarlo...En otro sentido, su situación es a un tiempo más patética. Han de presentar una imagen falsa no solamente ante sus amistades y colegas, sino también, en el caso de una estrella como Hudson, ante millones de admiradores, de quienes temen que no puedan ni quieran aceptar la verdad. Durante años han jugado al gato y al ratón con una Prensa que en su mayor parte es benévola. Ahora, muchos siguen amenazados por algo más cruel de lo que cualquier publicación escandalosa podía haber imaginado nunca,  por un mal terrible y difícil de curar. Rock es un símbolo trágico de otros muchos, alto, mandíbula cuadrada y atractivo, fue a dar, como la cosa más natural, a Hollywood al dejar la Marina después de la II Guerra Mundial. El agente Henry Wilson creyó lógico que Roy Fitzgerald se transformara en Rock Hudson, tan firme como Gibraltar y tan invariable como el río que pasa por las torres de Manhattan. Siguió una serie de películas B y, trabajando duro, Hudson aprendió la técnica, si no el arte, de la actuación. Tuvo una buena memorable interpretación en Gigante y fue nominado para un premio de la Academia, demostró sobrado talento para la comedia en películas, como CONFIDENCIAS DE MEDIANOCHE, PIJAMA PARA DOS Y NO ME MANDES FLORES, que interpretó con Doris Day a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta. Cuando su carrera en el cine empezó a desvanecerse se dedicó a la televisión, demostrando su atractivo en McMillan and wife, como el policía de San Francisco y más tarde en Dinastía.

 

 

 

 

 

Casi en todos los papeles representó al hombre fuerte y heterosexual y esa frustración afectó a sus nervios. En Los Ángeles solía pasar las tardes en su casa con vistas a Beverly Hills. Cuando quería desahogarse iba a San Francisco, donde, según un artículo del Chronicle, no le importaba que se le viera en restaurantes y discotecas gay. Un columnista del Chronicle, Writer Armistead Maupin, dijo que en 1976 había intentado convencer a Hudson para que se manifestara públicamente. Rock pareció tomar la idea en consideración, y dijo: "'Un día de éstos voy a tener mucho que decir"'. Me pareció una buena idea, porque su comportamiento en público era, igual que en el cine, muy masculino y natural. El actor seguía sintiendo amargura, dijo Maupin, en los años cincuenta se había visto forzado a un desafortunado matrimonio de conveniencia. Una revista especializada en escándalos había amenazado con descubrirlo y para proteger su imagen, el estudio arregló apresuradamente un matrimonio con la secretaria de su agente, que duró tres años..... Marc Christian y Rock Hudson se conocieron en 1982, cuando Christian tenía veintiocho años. Después, se mudó con el actor. Hudson fue la primera celebridad internacional en admitir públicamente que estaba afectado por el SIDA , tanto que su caso jugó un papel notable en la difusión del conocimiento de esta enfermedad. El 2 de octubre de 1985, tras la muerte de Rock Hudson, Marc Christian interpuso una demanda judicial contra los herederos del actor por derecho a pensión alimenticia y por daños a la salud, alegando que la pareja le había ocultado la enfermedad mientras seguía teniendo relaciones sexuales... Tras los procedimientos de primera instancia, el jurado estableció que Christian tenía derecho a una compensación económica de veinticinco millones de dólares: la suma fue reducida a cinco millones por el juez que dictó la sentencia. Christian apeló posteriormente, pero en 1991 se llegó a un acuerdo extrajudicial que puso fin a la disputa entre las partes. Marc Christian murió de problemas pulmonares el 2 de junio de 2009 en el Centro Médico Providence Saint Joseph en Burbank

 

 

 

 

 

Rock fue tan grande como su nombre, un hombre que fue esa estrella con la que todos soñábamos en la pantalla grande, pero el actor era más que una estrella era un ser humano de carne y hueso como nosotros, un hombre que amó a otros hombres y quiso ocultarlo. Cuando en el hospital Americano de París anunció que Rock Hudson estaba enfermo de SIDA, el actor dijo a Mark Miller, a quien lo unía una fiel amistad de treinta y cinco años:

 

-"Creo que ha llegado el momento de escribir el libro"-

 

Ese fué el momento y tenia que hacer lo que había evitado desde que se había convertido en una estrella: "contar la historia de su vida".... Sara Davidson, novelista y ensayista norteamericana, trabajó mucho utilizando entrevistas con el actor, reuniendo cartas, fotografías y cuadernos de notas que la madre del actor fue llevando a lo largo de treinta años. Además sostuvo largas conversaciones con sus amigos más allegados. De ese modo, Sara logró escribir el libro más completo sobre la historia íntima y la carrera del ídolo. Voy a hacer referencia al manuscrito porque creo que es un documento muy valioso para el articulo que estoy desarrollando y una forma de que todos conozcamos mejor a un actor que marcó unos años cruciales en Hollywood. Creo que es una vía licita para adentrarse en él.

 

 

 

Sara Davidson , hablaba con él con absoluta sinceridad, como por ejemplo con esta frase:

 

- "En la pantalla, proyecté la imagen de un alma simple, no torturada ni ambivalente... Pero en mi vida, distaba de ser simple. Fuí un maestro para el disimulo, para ocultar secretos, y al mismo tiempo capaz de extrema ternura... Me mostraba ante los demás bajo diferentes disfraces y hacía lo posible por ocultarme tras mis máscaras."-

 

 

 

 

 

 Cuando Rock es llamado por su íntima amiga Doris Day para que participara en el programa "LOS AMIGOS DE DORIS DAY", el estado del actor era deprimente, le tenían que duchar, vestirle y ayudarle a caminar, porque apenas se sostenía en pie, detalles que la actriz desconocía. Su representante se lo comunicó a Doris y enseguida se puso en contacto con Rock, indicándole que ni se lo pensara, que lo primero que tenia que hacer es estar en reposo, cuidarse y seguir los consejos del medico. Quiero contar esta anécdota para que todo el que lea mi articulo sepa la clase de persona que era Rock, y como se comportaba con sus verdaderos amigos. Rock Hudson sentado en su residencia "El castillo", llamó a Doris a Carmel, región de California donde ella vivía, y le dijo:

 -" Te imaginas que por esta tontería de enfermedad no voy a estar presente en tu programa, aunque caigan rayos y soplen los tifones mas desbastadores de la historia, estaré mañana ahí contigo arrastrándome, eso no me preocupa, pero si tu me necesitas, este hombre que ha compartido a tu lado sus mejores momentos profesionales y personales, aparecerá en tu puerta totalmente vestido de blanco...Ah., y no me llames, no cogeré el teléfono...-"

 

 

 

 

Que mejor que las propias palabras del actor:

 

 “Yo no fui descubierto. Cuando era chiquillo supe que quería ser actor. Pero como vivía en una ciudad del Medio Oeste no lo decía porque era cosa de nenas. Una vez le pregunté a mi padrastro si podía recibir lecciones de arte dramático. El viejo preguntó. ¿Por qué?, Cuando le dije que quería ser actor… ¡Crac! -hace el gesto del corte de mangas con el brazo-, y acabó todo”.

 

  “Phyllis era mas que esposa una de la “familia”. Nunca conocí a alguien con tanto sentido del humor; no le faltaba nunca. Le encantaban los juegos y tenía que ganar. Nos divertimos muchísimo hasta que nos casamos. A partir de entonces se acabó todo. Se convirtió en la esposa de un astro del cine. Un contrato firmado lo cambió todo. Tenía que usar un vestido nuevo para cada ocasión y debía ser visón, no zorro. Quería saber dónde estaba yo en cada momento. No pudo funcionar."

 

"Doris y yo nos convertimos en grandes amigos. Ella es dinamo puro, una señora llena de energía. Nuestro problema era que teníamos que aguantar la risa. Ustedes conocen la dulce agonía de tener ganas de reír cuando no corresponde. Eso nos pasaba. El segundo film que hicimos juntos, PIJAMA PARA DOS, nos presentó el mismo problema con más intensidad. Creo que la filmación se alargó dos semanas por nuestras risas. No podíamos mirarnos. Yo le miraba la nariz, la frente. Y nos hacíamos gestos horribles cuando nos filmaban de espaldas. Tal vez actuar sea algo infantil en un sentido, pero si se actúa en comedia no lo es. Creo que lo que se ve en la pantalla es todo aquello que contribuyó a que la película fuera un éxito. El brillo aparecía en nuestros ojos. Y nosotros lo teníamos”.

 

“Mi casa es el único lugar en el que puedo tener intimidad. Fuera de casa observan todo lo que hago y lo comentan, pero una vez que cruzo el portón puedo relajarme y ser yo. Me encanta trabajar en casa: derribar paredes y colocar hileras de ladrillos. Y para el verdadero relajamiento no hay nada como la jardinería. Cuando medito las decisiones que tengo que tomar sobre mi carrera y pienso en los papeles que debo aprender… ¡Voy al jardín a sudar! ¿Dónde están mis tenazas? ¿Dónde están mis tijeras? Podo, riego y planto. A veces sólo limpio de maleza durante horas y estoy totalmente perdido en mis pensamientos. Si tuviera que empezar de nuevo creo que sería arquitecto paisajista”.

 

 “Lo más peligroso para un actor es no escuchar a los demás, creer que uno sabe más que nadie y así nos convertimos en nuestro peor enemigo. Estoy seguro de que eso es una manifestación de inseguridad. Se requiere mucha seguridad para decir: “No sé” sin sentirse avergonzado y preguntar: “¿Qué significa esa palabra?”, o decir: “No comprendo”. Casi todas las personas inseguras dirían: “Sí, estoy enterado de todo” y esto es una negativa forma de perder la oportunidad de aprender”.

 

“¿El amor? Se exagera muchísimo. Existen muchas formas de amar, como el amor de un niño o de un padre, el amor por los perros y a las plantas. Amo amar, pero el hecho de estar enamorado de alguien ha sido demasiado idealizado. La gente espera mucho mas del amor de lo que es en realidad”.

 

 

En una ocasión y cuando terminó de representar CAMELOT en Broadway, llamó a su asistente Mark a California y le dijo:

 

-" Quiero una fiesta cuando llegue a casa. ¿Podrías encargarte de ello? "-

 

Mark hizo lo que Rock le pidió. Invitó a unos diez amigos y le pidió a un optometrista de Hollywood que reuniera cincuenta jóvenes hermosos y los llevara a nadar. Mark encargó una tarta, a Cake Art, adornada con personajes de Camelot. Cuando Rock y Tom, su pareja, bajaron del avión, tomaron un automóvil para ir a su mansión y entraron, vieron cincuenta jóvenes bronceados, en trajes de baño, nadando y tomando el sol. Los perros ladraron y corrieron a recibir a Rock, pero ninguno de aquellos jóvenes se adelantó. Hacían comentarios, miraban y sonreían. A Rock le encantó, pero a Tom no le gustó nada. Subió a su dormitorio y sus amigos lo acompañaron.

 

 

 

 

El escritor Armistead Maupin, que estaba en Los Angeles, quedó maravillado con la fiesta y dijo:

 

-“ Era como estar en la mansión de Hugh Hefner, el dueño de Playboy, excepto que todas aquellas criaturas eran hombres. Había algunos que eran los hombres más atractivos que vi en mi vida. Rock me llevó aparte y me dijo: “Mira a ése. Mira sus piernas. Tiene once puntos en una escala de diez.-“ -Él era un titán magnífico en aquel jardín de hombres”-.

 

Tony Randall, que era muy amigo de Rock y trabajó junto a él y con Doris Day en tres comedias, comento:

 

-" Era un hombre atractivo, grande, musculoso y saludable. Su piel era sana. Sus dientes eran sanos. Era un Tarzán. Rock tenía una energía sexual enorme. También sentía atracción por la mujeres. Le gustaba coquetear con las mujeres y a veces tenía aventuras amorosas con ellas, pero en igualdad de condiciones prefería a los hombres. Le gustaban rubios, con ojos azules, de veintitantos años, altos, de buen cuerpo y masculinos. Nunca se sintió atraído por los homosexuales con pluma, los prefería que se hubieran acostado con mujeres. El hecho de que a un hombre le gustaran las mujeres lo hacía parecer más masculino a los ojos de Rock. Y si conocía a algún hombre heterosexual que mostraba alguna curiosidad hacia él, una pizca de receptividad, Rock movía montañas para conquistarlo."-

 

La autora de su libro póstumo, conoció profundamente los últimos días del actor, convivieron durante meses. Sus palabras son mas que significativas;

 

-" Me sorprendió ver que Rock Hudson había sido muy amado, profundamente, amado, no sólo por su público, sino por una cantidad relativamente grande de amistades. Lo que advertí cuando murió no fue la cosa formal y social, sino verdadero dolor y la sensación de pérdida de alguien querido. Para sus amigos, Rock poseía algo único: el don de hacerlos reír como nadie. Rock reía hasta llorar y encontraba un deleite especial en la propia risa y en hacer reír a la gente cuando se suponía que no debía hacerlo. Su risa franca y profunda y la alta figura sacudiéndose con las carcajadas hacía que éstas resultaran contagiosas. Una tras otra, las actrices que trabajaron con Rock me contaron que nunca se habían divertido tanto en los escenarios, nunca habían tenido tantos ataques de risa incontenibles como con él. Casi todos nosotros podemos tener ese efecto con una persona, pero Rock lo tenía con todos: jóvenes, viejos, hombres y mujeres. él tenía el don, la gracia. Rock Hudson muy rara vez hablaba de sus temores, sus sentimientos o de su vida privada, ni siquiera con sus amantes. Nunca conversaba largamente sobre las relaciones humanas ni los estados anímicos. Nunca se quejaba ni confesó tener problemas. Como dijo su amigo George Nader: “Si su espíritu estaba atormentado, nadie se dio cuenta”. A Rock le gustaban los chistes, el juego, la música, la jardinería, el esquí acuático y reír, reír siempre. Comunicaba la ternura y el amor sin palabras. Siempre era el primero en ayudar a un amigo en dificultades, el primero en preparar las cosas y mover muebles, el primero en aparecer con un cubo y una pala para cavar y rescatar una casa hundida en el lodo. Se iba temprano del estudio para llevar a un amigo al dentista, pero no permitía que ese amigo supiera lo que él quería, lo que estaba planificando, o dónde iba a ir esa noche. Su rostro, que se veía tan sereno e inocente, hacía pensar a la gente que era un simple muchacho del campo, pero esa cara de expresión simple y abierta era una herramienta totalmente cultivada. Cuando pienso en los hombres con los que Rock estuvo relacionado sentimentalmente, tengo la sensación de ir conociendo a la misma persona en diferentes edades. Cuanto más tiempo hacía que habían compartido una etapa de la vida de Rock, más viejos eran en 1985. Era casi cómico."-

 

 

 

GIGANTE, fue la película que protagonizó al ser rechazado el papel nada menos que por MARLON BRANDO y  le supuso su única nominación al Oscar, y el comienzo de una bella amistad con dos bestias icónicas del cine, Elizabeth Taylor y James Dean, otro gay no declarado, que no pudo concluir su trabajo en el film de George Stevens sobre el nacimiento de la Industria Petrolífera en Estados Unidos, al morir durante las últimas semanas de filmación, en un accidente de coche. Cuando Confidential amenazó con sacar a la luz la homosexualidad del actor, Wilson les ofreció pruebas de la de otro de sus protegidos de nombre imposible, Tab Hunter. La revista publicó que Hunter había sido arrestado por “conducta desordenada” y su prometedora carrera inició un declive del que no se recuperó (pero tuvo un maravilloso colofón, fue la pareja de Divine en Polyester una indisimulada parodia de los melodramas que Hudson había protagonizado en los cincuenta dirigida por el mitomanísimo John Waters.... Wilson y Hudson habían esquivado la primera bala, pero la segunda aguardaba en la recámara, sobre todo tras la repercusión de Gigante, otro melodrama grande que le acercó a su gran amiga Elizabeth Taylor  Tenía poco más de 40 años, pero bebía dos botellas de whisky al día y fumaba dos paquetes de tabaco. También había desarrollado una curiosa deformidad en su dedo gordo de tanto morderse las uñas, la tensión que aguantaba manteniendo una doble vida estaba afectando a su salud. Abandonó a Wilson y su nuevo representante intentó dar un giro a su carrera con el thriller de ciencia ficción, Plan diabólico de John Frankeneheimer, una obra maestra tan adelantada a su tiempo que fue un fracaso....A pesar de que sus amigos le alentaban a revelar su condición, siendo conscientes de lo importante que sería para su salud mental y para los derechos de un movimiento LGTBQ que empezaba a tomar forma en aquellos años, pero siempre se negó. Algunos como el escritor Armistead Maupin, autor de Historias de San Francisco, afirman que lo consideró seriamente, pero si fue así, no tardó en desestimarlo.

 

 

 

Al principio de los ochenta tuvo que someterse a un bypass quíntuple debido a los excesos a los que había sometido a aquel cuerpo que antaño había forrado las paredes de las habitaciones de los adolescentes de medio mundo y del que ya sólo quedaban los rescoldos. Cuando en 1984 acudió a una cena de estado en la Casa Blanca con sus buenos amigos de los tiempos de Hollywood Nancy y Ronald Reagan, era un republicano acérrimo, su aspecto ya era alarmante, pero declaró estar recuperándose de un catarro. Lo que no encajaba en la historia era la herida que se vislumbraba en su cuello y que le llevó a consultar a un especialista, el diagnóstico no dejó lugar a dudas: sarcoma de Kaposi, uno de los primeros síntomas del sida. Hudson descubrió que para su sorpresa se había convertido en un icono y recibía miles de cartas al día agradeciéndole su valentía. “¿Me escriben porque estoy enfermo?” se preguntaba incrédulo. Él nunca había intentado ser un adalid de nada, todo lo contrario, pero desató un fenómeno y sobre todo cambió la percepción sobre la enfermedad que empezó a recibir atención y fondos económicos. Como escribió Randy Shilts, autor de And the Band Played On, la primera obra sobre los orígenes de la enfermedad: "Hubo sida antes de Rock Hudson y sida después". Mientras tanto èl permanecía en un hospital rodeado de carteles que rezaban “Sida. No tocar” y rogaba a sus amigos algo tan elemental como que le rascasen la espalda porque el hombre más deseado durante décadas ahora era un apestado con el que nadie quería tener contacto físico. Un par de meses después, durante una gala organizada por Elizabeth Taylor, uno de sus mayores apoyos a lo largo de toda su vida, Burt Lancaster leyó una carta del actor que decía

 "No estoy contento de estar enfermo. No estoy feliz de tener sida; pero si eso está ayudando a otros, al menos puedo saber que mi propia desgracia ha tenido un valor positivo".

 

 

 

 

 Dos semanas después, Rock Hudson, fallecía en su cama, rodeado por los amigos que se habían mantenido a su lado dejando un legado invaluable tanto para los derechos LTGBQ como para la lucha contra el sida  Después de su muerte, el mundo quedo consternado, como paralizado, lo recuerpo como si fuese hoy...nadie daba crédito a su rápida desaparición, pero de algo sirvió, como él confesó en su día, porque tras su fallecimiento, su intima amiga, Elizabeth Taylor, creó, junto a otros, la Fundación más grande de Estados Unidos para la investigación del VIH y el apoyo a las víctimas del SIDA. Pero sobre todo, su muerte cambió para siempre el retorcido concepto que el Mundo tenía sobre el SIDA, como mal aislado de pervertidos sodomitas. Hudson le puso, frente al resto del Mundo, un rostro a la horrible enfermedad, humanizando y generando una corriente que ya sería imparable de apoyo a la investigación y pérdida de temor frente a los infectados. Y como hombre, dejó claro a quien lo quiso ver, sin haberlo sabido ver, que homosexualidad y masculinidad no tenían porque ir nunca por separado. 

 

George Nader, actor, amigo y confidente dijo de Rock:

 

-"Tenia el don de conmover al público ya desde sus principios. Las estrellas tienen un motor de gran potencia en su interior que genera magnetismo animal. Conectan el motor y la emoción empieza a fluir por los ojos, por los sentidos, no sabemos cómo, pero sale de la pantalla y llega a la gente que está sentada en un cine a oscuras. Pero para que el público sienta algo, debe existir ese motor interno y Rock lo tenía.-"

 

 Rock Hudson amó, vivió y sufrió mucho en los años que le tocaron vivir, al final sintió sobre él lo que significada EL OCASO  y yo desde mi WEB, he querido demostrar que tras el sufrimiento, se puede uno reír del mundo, conservar sentimientos, alzarlos a los cuatro vientos, sin dejar por eso de ser uno de los hombres mas hombres que han existido en las pantallas de todos los cines del mundo.

 

 

 

 Y aún hoy en día, uno de sus Films mas emblemáticos: GIGANTE, sigue ofreciéndonos la raza, potencia y el atractivo de todo un hombre llamado:

 

 

 ROCK HUDSON.

 

 

 

 

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